miércoles, 23 de agosto de 2023

Dragon Quest X: Lo nuestro empieza a ser tóxico

Antes de soltaros una verborrea más propia de un fanático que de un jugador más, he de decir que yo no lo soy de Dragon Quest. Me gusta la saga y si bien he jugado a la mayoría, mi preferido siempre ha sido el VIII porque es el que más cogí con ganas. También me ha gustado la última iteración troncal, el XI, y soy fan de Dragon Quest Monster Joker (el primero de DS), pero en primer lugar siempre estará mi Héroe, Yangus, Angelo y compañía.

Dicho esto creo que queda claro que mi opinión no es la de un "fanboy" dispuesto a hondear la bandera de "esto es lo mejor y punto" a favor de Dragon Quest X pero sí me gustaría dar mi punto de vista, como jugador de mmorpgs, de lo que supone añadirle internet a este capítulo que, sin saber por qué, nunca ha salido de Japón. Por que todos, nos gusten o no los juegos online, siempre nos hemos preguntado por qué narices Square Enix no ha sacado esto de su país de origen siendo una saga que cruzó el charco hace años (con DQ8) y siempre ha sido bien recibida incluso sus spin-offs

El coqueteo

Todo comenzó hace unos cuantos años, quizás 2018. Curioseé cómo instalar el juego, hacerme una cuenta japonesa que olvidé casi al instante y un arcaico programa de traducción japonés-loquesea. Siguiendo los pasos muy bien explicados pude preparar todo y entrar en el mundo de Dragon Quest X. La primera impresión fue soberbia. Todo estaba construido en cel shading como mi DQ favorito de una manera muy vistosa, la música la misma que nos ha acompañado desde la primera entrega y la historia muy en la tónica habitual. Aún así al estar todo en japonés y tener que traducir con un programa bastante malillo y que interpretaba los textos de aquella manera, apenas jugué. 


Dragon Quest X fue anunciado como un capítulo más en la saga principal en 2008 para darse a conocer mucho más tarde que iba a ser una entrega online, de género mmorpg, para la consola Wii. Previamente los desarrolladores ya tantearon al público con Dragon Quest IX: Centinelas del Firmamento para Nintendo DS ya que podías completar, entre comillas, la aventura con más compañeros si te conectabas a la red de redes. Y gustó, quizás no a todo el mundo, pero sí recibió críticas con notas altísimas. Estaba claro que lanzar un mmorpg de la marca no era una idea descabellada, supongo que pensaron mientras en aquél momento ya estaban liados con su desarrollo. 

Cuando se lanzó en 2012 para Japón fue todo un éxito y el resto del planeta esperábamos con ganas un anuncio de Square Enix en el que dijera que próximamente estaría disponible en todo el mundo. Han pasado 11 años y Dragon Quest X sigue siendo exclusivo para nativos nipones, nunca ha cruzado el charco, ni que sea, a territorio americano. Incomprensible, ¿verdad? Seguid leyendo. 

Nuestra primera cita

Llevo muchos meses queriendo llevar a mi canal YouTube un vídeo sobre cómo lo hice para jugar a Dragon Quest X saltándome la "prohibición" de jugar fuera de Japón (tienen las IP bloqueadas para que solo puedas conectarte desde allí), pero ni encontraba el momento exacto, ni recordaba el tutorial que seguí muchos años atrás ni tampoco sentía que valía la pena hacerlo al estar todo en japonés. 

Hace un mes aproximadamente en mi canal de Telegram para mis seguidores de YouTube, se habló del juego y las ganas que había de jugarlo. Comentaron vagamente acerca de una traducción al inglés y me puse a investigar. Efectivamente, una legión de seguidores de la saga se unió para desarrollar un programa que tradujera, al instante, cualquier texto japonés que apareciera en pantalla. Un TataruHelper o Xenoglossian (ambos de FFXIV) ultra potenciado y mucho mejor que ambos. Su nombre: DQXClarity.

Me puse de nuevo mi cervadora, mi pipa y comencé a explorar internet para ver cómo se podía disfrutar en pleno 2023 de Dragon Quest X Online. Encontré todos los pasos muy rápido, en DQXAbbey, una fabulosa página que te ayuda a comenzar en el juego con guías como las que me gustan a mi, para tontos y llena de detalles. Ese mismo día ya estaba jugando a Dragon Quest X con el 90% de sus textos en inglés. 


Ponerlo a punto fue una tarea sencilla para mí porque estoy muy acostumbrado a seguir tutoriales bastante más complejos para revivir móviles, cambiar roms, cambiar código en webs a lo bruto etcétera, pero sí que es cierto que para alguien algo ajeno a esto se le puede hacer un poco cuesta arriba. Aún así el esfuerzo merece muchísimo la pena, os lo aseguro.

El tutorial se centra sobre todo en cómo crearte una prueba gratuita, un modo de jugar a Dragon Quest X que incluye el juego base y la primera expansión con algunos límites como no poder hablar por el chat de cercanía, subasta o dinero. Lo típico. Sin embargo y al igual que FFXIV, esta prueba no tiene duración; puedes jugar lo que quieras y cuando quieras. Aún así la página contiene guías (también excelentes) sobre cómo comprar el juego, pagar la suscripción o añadirle el autentificador de dos pasos, algo vital para mí. 

El mismo día que comencé a jugarlo, varios compañeros seguidores de mi canal se iniciaron en él también. Fuimos en horda al mundo de Astoltia, el protagonista de Dragon Quest X. Solo uno, por temas financieros, no se ha comprado todavía el juego completo pero piensa hacerlo en el futuro. Yo tardé un día en hacerlo, así de encantado me quedé.


Pasaron los días de juego, me suscribí por un mes (de momento) por apenas 6 euros que es lo que cuesta la suscripción, documenté los pasos a seguir para disfrutar de él en mi canal y planeo hacer más guías, tutoriales y similares de Dragon Quest X en el futuro. Tengo que hacer lo que sea para que más fanáticos de la saga le den una oportunidad, el juego es una maravilla. 

Amor juvenil de verano

Han pasado casi 100h de juego desde que comencé la aventura con mi Puklipo guerrero y he completado "casi" la historia principal de la V1. En Dragon Quest X las expansiones llevan el número de la versión al final del título. Por ejemplo, el juego base es V1 porque fue su primera versión, la primera expansión es V2 y así hasta V6 que es la actual, siendo V7 la nueva expansión que llegará el próximo año. 

El juego no solo es puro Dragon Quest sino que está todo construido para que sea extremadamente divertido y adictivo. Salvo el famoso puf puf que todavía no he visto, está todo lo que a un seguidor de la saga le gustaría encontrar en esta entrega. Cofres ocultos, mismo sistema de combate, secretos, pozos, jarrones y estanterías que revisar, chichones contra los techos al intentar huir a cubierto, giros en la trama, drama y mucho, muchísimo humor. Y mazmorras, por supuesto, muchas mazmorras y algunas muy grandes. 


Es imposible que si te gusta Dragon Quest, no ames este décimo capítulo. Imaginad a Dragon Quest X como si no fuera online, simplemente la siguiente entrega troncal después del noveno. Todo, absolutamente todo lo que anteriores títulos  traía, lo tiene. Pero extremadamente potenciado tanto en posibilidades (sin perder su esencia en absoluto) como en contenido. De hecho de esto último es una maldita locura, tengo para jubilarme y "solo" cumplo 42 veranos. 

Ahora añádele componente online viendo otros jugadores por el basto, extremadamente basto, mundo de Astoltia. Añade chat cercano, grupal o de clan. Añade eventos súper divertidos temáticos, un casino que es una locura de grande, un housing que te vuela la cabeza y actividades de grupo sea desenterrar tesoros, combates entre monstruos o pequeñas alianzas para matar jefes. Y sigue siendo Dragon Quest. De hecho parece que la saga naciera para ello. 

Durante mi aventura he completado infinidad de tramas que respiraban puro DQ. Han habido giros de guión brutales, momentos tensos donde la lágrima pende de una pestaña, sorpresas y algo clásico en la marca; cuando crees que ha acabado todo, la historia continúa. Y en esas estamos, que he acabado la historia principal pero después te viene una oleada de contenido importante apoteósica de, al menos, la mitad de duración que la trama base. 


Cada escenario es mejor que el anterior, tanto en su diseño como en lo artístico, gráfico y sonoro. Se nota que el videojuego se planeó para Wii pero todavía consigue sorprender. Tiene lugares preciosos que seguramente ya estéis viendo en las imágenes del post, pero es que es un no parar. Pasan 5 minutos de juego y de nuevo algo te vuelve a sorprender. Y cuando llegas a V2 te vuelve a volar la cabeza y piensas cómo narices lograron meter eso en una consola como Wii. En lo jugable, por supuesto, lo mismo, siempre sorprendiendo. 

Y esto de que va a mejor no es algo mío que apenas he rascado la primera expansión, lo dicen los propios jugadores, revistas prestigiosas como Famitsu y cantidad de contenidos que pululan por internet. El juego, desde el minuto uno, solo hace que mejorar a pasos agigantados en todas sus facetas.


Me he conectado desde me vestí de Sherlock Holmes hasta el día de hoy cada día sin faltar a la cita. A veces muchas horas, otras apenas... el trabajo es lo que tiene. Dragon Quest X es un juego que no me está obligando (o al menos no siento esa necesidad) a avanzar para ponerme al día, solo quiero disfrutar de él. Completo misiones secundarias, abro nuevas tramas, me dedico a finiquitarlo lo máximo posible... y nunca me aburro, no se cómo cojones lo hace. 

He descubierto mil secretos, me he informado mucho sobre múltiples opciones, visitado guías, ayudado a otros jugadores, creado un clan que va viento en popa, he hecho streams, vídeos... básicamente he vivido este último mes en Astoltia y no en mi casa. 

Lo nuestro no funciona

Con más de 100 horas jugadas, puedo decir sin miedo alguno que estoy terriblemente enganchado a Dragon Quest X. Pero sabéis qué, ¡me encanta estarlo! Pero ojo, en el buen sentido de la palabra. Todavía sigo siendo una persona adulta con sus obligaciones, familia, amigos, tareas y otros eventos que la vida nos va dejando por el camino. Me refiero a que desde Final Fantasy XI, ningún otro juego me ha hecho sentir lo mismo. Y lo peor es que no es tan mmorpg como el citado u otros del género que amo. 

Conectar a Dragon Quest X es como viajar a un precioso mundo de fantasía, donde me lo voy a pasar muy bien haciendo cualquier tontería, donde el resto de jugadores van a tener palabras (en japonés, eso sí) bonitas, donde les agrada tu personaje y te dan likes (no es coña), donde todo se respira familiar, agradable y para todos los públicos. Es tan family friendly, acogedor y divertido que enamora desde el minuto uno.


No es para todo el mundo, por supuesto. Ya he comentado que aunque es online, la interacción no es tan alta como otros. Tampoco hay míticas, raids al uso o contenido fuertemente inspirado en grupo en altas cantidades. A eso hay que sumar que es un JRPG de la vieja escuela y no uno de acción donde pulsar skills en un orden concreto. Quizás por eso estoy tan cómodo en Astoltia. No me lo tomo igual que, por ejemplo, World of Warcraft o Final Fantasy XIV, me lo tomo como el décimo capítulo de una saga de rol japonés clásico con un montón de contenido que puedo hacer como quiera. No tengo presión por avanzar, tampoco siento la necesidad de tener el mejor equipo del mundo (de hecho las batallas tienen selector de dificultad para que no tengas problemas), solo quiero descubrir cosas, emocionarme con sus historias y divertirme mucho

Sin embargo y como he repetido con anterioridad, si eres fan de Dragon Quest debes jugarlo, si me lo permitís, POR COJONES. La barrera del idioma ya se ha saltado e incluso hay otro programa para traducir el juego que permite traducción al español. Hay una prueba gratuita más que generosa además y si quieres comprar el juego por menos de 35 euros tienes el lote completo, es decir, juego base más todas las expansiones. Además la suscripción mensual es muy barata, solo 6 euros que puede ser más o menos (en poca cantidad) dependiendo del valor del yen. Lo mismo ocurre con la compra del juego. 


También tiene una franja horaria infantil para que, si no tienes suscripción, puedas jugar GRATIS cada día durante dos horas. Horario infantil nipón, claro, para nosotros sería de 9 a 11 de la mañana entre semana y de 7 a 9 de la mañana los sábados y domingos. Aún así es tiempo más que suficiente para completar eventos que vayan saliendo en el juego, avanzar en la trama, subir profesiones etcétera. 

Ahora mismo estoy metido de lleno en completar la primera expansión. Empecé hace poco pero los cambios con respecto al base son más que notorios. Una mejor narrativa, escenarios muy cuidados, efectos gráficos sorprendentes, música estupenda y sorpresa tras sorpresa. No tengo prisa pero sí tengo ganas de ver cómo será el resto, porque si lo jugado me ha sorprendido, no quiero imaginar qué vendrá después. Al mismo tiempo, tampoco quiero que se acabe, aunque por suerte los desarrolladores ya han comentado que van a darle soporte, al menos, diez años más. Y la próxima expansión está al caer. 

Cada vez que veo una nueva clase me llama poderosamente la atención, son todas alucinantes. Cuando hay algo que desbloquear, allé voy. Cuando se abre nuevo contenido tras la historia que he completado, quiero hacerlo. ¿Las misiones de clan? ¡Al momento!. Hago mi mazmorra aleatoria diaria (pero no aleatoria porque te escojan una al azar de entre las disponibles, sino porque cada vez que entras en ella es distinta), también la caza de monstruos diaria. Me conecto y sigo la historia, pero de repente me llama la atención encontrar tesoros o enemigos élite. Da igual que esté haciendo, DQX me divierte muchísimo. 


Me está cambiando los planes de trabajo, me impide jugar a otros títulos, sueño con él, intento convencer a la gente de que lo juegue, planeo mis próximos pasos (que nunca se cumplen porque me entretengo con otra cosa) o pretendo subir profesiones de fabricación con otros personajes porque no puedo aprenderlas todas con mi único personaje (al contrario que las clases que sí se pueden ser todas). Lo de Dragon Quest X está llegando a un nivel enfermizo pero es que el juego es una maravilla. No sabéis lo que os estáis perdiendo y es incomprensible que Square Enix no lo traiga a Europa. 

Un juego tan jodidamente idéntico al resto no tiene sentido que no salga de su país. Es pura esencia Dragon Quest, empezando por los menús hasta por cualquier cosa inimaginable. Si vienes de DQXI, aquí es todo igual. Accesos directos, menús, habilidades (no todas), casino, sistema de juego... TODO. Lo comento en mi último vídeo sobre el videojuego, en FFXI o FFXIV se sabe que son de la saga por su título y porque comparten enemigos, situaciones, personajes o características. Sin embargo cuando los ves en movimiento, sea por sus gráficos, menús, mundo o banda sonora, las diferencias son muy palpables. Si ahora por ejemplo os muestro una captura de Aht Urghan Whitegate, sabéis que es de un FF porque os lo he dicho, pero nada más. Ahora bien, si hago lo mismo con DQX, reconocéis al instante que es un Dragon Quest, incluso si no enseño los menús. 

Aht Urghan Whitegate, de FFXI

Ahora bien, ¿por qué Square Enix no trae el videojuego a Europa o América? La razón la desconocemos. Es cierto que es una saga que no es vende consolas per se, solo en Japón. Que Dragon Quest X puede no tener los mismos números que otros gigantes del género (aunque ojo, hay MUCHÍSIMA gente jugando, ni os lo imagináis) aunque se mantiene mucho mejor que el resto y es TOP en el país del Sol Naciente. Pero sin embargo han traído spinoffs de mucha menos calidad, juegos de móviles que calcan lo mismo que el 99% del catálogo F2P de teléfonos y tabletas y extrañas combinaciones como un Minecraft de DQ (buenísimo, eso sí) o el mussou. ¿Por qué no sacar Dragon Quest X fuera de sus fronteras aunque sea en inglés como FFXI o FFXIV?

Hay una comunidad ENORME en torno al juego que no es nativa de Japón, montones de servidores Discord donde se congrega la gente, hay creadores de contenido que hacen guías y suben partidas o equipos, como el de Clarity, que se empeñan en traducir a mano las escenas de vídeo e implementar DeepL dentro del juego. Hay jugadores que pagan por el juego incluso ante tantas adversidades y otros tantos miles que quieren jugarlo sin complicaciones, pero Square va a la suya. Es más, ni siquiera banean por utilizar VPN o Clarity y saben que se usa. Para más INRI, incluso eliminaron la restricción IP a los americanos, los cuales pueden entrar al juego sin complicaciones.

Seguramente, si lo lanzaran, no sería un mmorpg top por su carácter clásico (que no a todo el mundo le agrada) y por que el género no es de lo más jugado entre los usuarios habituales a este ocio, pero las cifras están ahí para demostrar que, si lo lanzan en inglés en todo el mundo, tendría una muy buena base de jugadores. Ojo, estamos hablando de localizarlo SOLO en inglés, que es el idioma "universal" que gente de todos los países entiende. Y con entender me refiero a que se enseña en todo el mundo, al contrario que el chino o el italiano. Ya solo por englobar a todo el mundo bajo un mismo idioma la base debería de aumentar considerablemente.

Por desgracia esto no son más que suposiciones y seguramente detrás de todo esto haya una razón lógica. Quizás su bajo precio y cuota no de para más, lo mismo que lo barata que es su tienda (solo venden skins), o que la censura tal y como comentaba otro seguidor del canal sea un impedimento para que se lance en otros países. Algo que, si me dejáis apuntillar, no creo que sea un impedimento porque este es mucho más liviano en ese sentido. ¡Ni hay puf puf, ni cosas demasiado eróticas, ni sangre! O puede que visto el éxito de FFXIV ARR sientan que haya dejado en evidencia que DQX no puede competir contra él y no se la quieran jugar (lo veo más factible). 


En fin, aprovecho esta entrada que me ofrece Google gratuitamente (¡JA!) para recomendaros a todos que entréis al juego, sobre todo si sois fanáticos de Dragon Quest. Os estáis perdiendo LA MEJOR entrega de la saga sin discusión alguna. Es alucinante, barato, hay una tremenda comunidad y no deja de sorprender a cada minuto. Es Dragon Quest X offline, pero con online. Ya me entendéis. Echad un vistazo a la página que pongo a continuación (https://dqxabbey.com/index.html) y ver mis vídeos que adjunto en el post para saber cómo empezar a jugar. Os espero, ¡no me falléis!


martes, 18 de abril de 2023

Terminé (por fin) Final Fantasy VII Remake y este es mi análisis (con SPOILERS)

Hay pocas experiencias videojueguiles que me hayan marcado en mi vida, dos en concreto, y ambas son con la franquicia Final Fantasy. Por una parte está Final Fantasy XI (¡que te calles ya con el juego, pesado!) y la otra ocurrió con Final Fantasy VII. 

Cuando se lanzó en la primera PlayStation me encontraba en un momento de mi vida en el que apenas jugaba. Estaba a punto de cumplir la mayoría de edad y mis hormonas.. pues eso, ya sabéis a qué me refiero. Pero llegó FF7 en mi vida de un modo que algún día os contaré. Se resume en: amigo compra PS1, amigo juega a FF7, amigo me lo enseña, Taru se enamora del juego.

Cuando el videojuego llegó a las tiendas yo no era ajeno al éxito de la franquicia y ya había completado alguno con anterioridad. Sin embargo mi obsesión con Final Fantasy VII llegó a ser algo enfermiza. Compraba muchas revistas al mes solo por el hecho de tener algo de FFVII en portada o entre sus páginas, después recortaba todo lo relacionado con él y lo colgaba en la pared de mi cuarto. Hasta al dueño del gimnasio al que iba le hice imprimir varias capturas CGI del juego (Cid en el avión, Cloud y Tifa en Nibelheim etc..). Fue una locura.

Mentiría si dijera que no pedía a gritos un remake del título, sobre todo cuando se presentó aquella escena de introducción corriendo bajo una PS3, así que cuando se anunció para PS4 aluciné con lo que vi. Aún así me pilló con mucha experiencia sobre mis hombros y sabía que, por A o por B, la iban a cagar en algún momento con esta decisión. 

Reservé el juego en su edición Deluxe para PlayStation 4 y ese mismo día que llegó a mis manos lo puse en mi sonora consola. La baba me caía, para qué mentir. Eso era un sueño hecho realidad y los primeros compases era un calco del juego original. Pero después...

Después empezaron los cambios en el guión, misiones secundarias que no venían a cuento o demasiado chorras, libertad de desplazamiento nula y un chicle a punto de romperse de tanto que lo estaban estirando. Solo os digo que llegué a Mercado Muro y vendí mi edición de 80 euros (¿o eran 90?).

Después volví a probarlo en PC y aunque mi ordenador no era muy allá (el de ahora es medio de la NASA) pude probarlo con todo al máximo y, como no, aluciné de nuevo con su aspecto gráfico. Y de nuevo lo desinstalé. Los cambios no me llamaban la atención en absoluto. 

Cuando me llegó PlayStation 5 a casa le metí 4 meses de PlayStation Plus Premium (hola Sony, se me acaba en dos días, si te sobra algún código aquí estoy) y empecé DE NUEVO el juego... que volví a dejar en el mismo sitio de siempre; Mercado Muro. Hace tres días me di cuenta de que la suscripción se acababa y me propuse acabarme el juego a toda costa, al menos para no sentir que he desperdiciado la suscripción y hace unas horas lo he terminado.

Esta entrada en el blog no es un análisis de Final Fantasy VII Remake al uso tal y como haría en mi trabajo (con este u otro título), es decir, teniendo en cuenta lo que espera el usuario, comparativas con otros juegos, tiempo de desarrollo, parches, DLCs, fallos etc.. Este es una review desde mi perspectiva como amante del juego original y como jugador, sin más. 

OJO SPOILERS

Voy a hablar primero de sus puntos positivos, que los tiene y muchos. Salta a la vista el aspecto gráfico, una auténtica bestia parda para la consola en la que se ideó; PlayStation 4. Hay un mimo extraordinario impreso en él. Se tiene en cuenta cualquier detalle por pequeño que sea y perderse por Midgar y alrededores es una jodida gozada. Creo que no he usado más el botón Share en mi vida. Desde el tren donde empieza todo hasta el edificio Shinra, es impresionante.

A la par está la banda sonora y todo aquello que implique hacer trabajar a los altavoces. Los temas musicales son de infarto, cualquiera de ellos. El sonido de los efectos de combate, las voces o cualquier otro están a un nivel tremendamente bueno y, para alegría de mis oídos, también hay mucho cariño en este apartado. Las pisadas, por ejemplo, tienen en cuenta la superficie por donde pasan los héroes e incluso se nota el sonido acolchado de los pies al pisar la moqueta del edificio Shinra o similares. 

Final Fantasy VII Remake es un producto excelsamente cuidado en todos sus apartados. Se aprecia en todas sus características que han querido homenajear a una leyenda del mundo de los videojuegos y, además, en general, lo han logrado. Nada que ver por ejemplo con Tales of Symphonia Remastered que salió hace poco, este era un título para sacar tajada sin venir a cuento. Aunque me repita, FFVII Remake está muy muy, pero que muy cuidado en el apartado audiovisual.

La historia, dejando a un lado las nuevas adiciones, me ha encantado cómo la han edulcorado. Además lo han hecho con cabeza, expandiendo la trama original o explicando detalles que en el título de PlayStation apenas se hablaba de ello. Uno de estos detalles que me ha encantado es el museo a Shinra en el edificio de la compañía. Parece una tontería pero un par de pisos de media hora de duración te expanden el folclore cosa mala. 

Del sistema de combate han corrido ríos de tinta pero no habrá por mi parte. Me da lo mismo que sea en tiempo real o por turnos. Es cierto que prefiero lo segundo pero si está bien implementado el primero no seré yo quien lo critique. El combate de Final Fantasy VII Remake está muy bien pensado, hasta tiene su parte táctica tal y como lo tenía el original. Ahora bien, una lástima que apenas se utilicen las habilidades Límite o que las invocaciones funcionen aleatoriamente o se consigan en combates virtuales (bochornoso por mi parte). 

Lo he jugado en todo momento en el modo más alto, Normal, y salvo dos pequeños jefes (la cabrona de Shiva es una, por ejemplo) no he tenido la necesidad de rebajar la dificultad. De hecho tampoco he usado objetos que curen estados, de ataque o similares, tan solo pociones, éteres y plumas de Fénix. Ni siquiera he utilizado magias que curen estados o los provoquen. Pero aún hay más, tampoco he trasteado con las materias ni equipamiento, me he limitado a ponerme el arma que más pega y añadirle magias elementales o de cura (no, la de Robar tampoco la he usado). Aún así he conseguido casi todo, salvo un arma de Aeris creo y la materia Habilidad Enemiga, que ni idea de dónde estaba xD.

Al final el combate tiene sus partes tácticas pero como podemos atacar en tiempo real y spamear las habilidades de daño, por más que me silencien o duerman, sigo echando habilidades o cambio de personaje. El sistema de combate, aunque es muy bueno, necesita mejorar para ser un poco más fiel al original. Tener acción frenética en tiempo real tiene esas cosas, que para qué molestarte en curar si puedes aporrear botones y matar al bicho sin perder tiempo. Total, al acabar el combate se termina la dolencia...

En los puntos negativos tenemos las tramas adicionales que han añadido a este remake y cómo ha cambiado el juego con respecto al de 1997. Es cierto que hay algunas partes que he disfrutado pero la mayoría, sin exagerar, han acabado con mi paciencia. He estado a punto de desistir en mi empresa muchísimas veces y todas, por desgracia, han sido en los nuevos tramos. 

La misión de Jessie de visita a casa de su madre me hizo algo de gracia. Tenías el duelo con la moto y la batalla final con el random de turno. Un random que ni chicha ni limoná como decimos en mi tierra. Ni idea de por qué aparece este tipejo ni qué implica en la trama. Ha sido un "tenemos que poner a alguien para darle un poco de acción a esto" y ya está. O tiene un capítulo importante en las próximas entregas o me parece uno de los memes más vergonzosos de la última década. 

Después tenemos la parte de Mercado Muro que, en mi opinión, es un auténtico muermo. Tropocientas mil cosas para obtener un vestido y misiones de mierda hasta llegar a él. Después el bailecito de marras en el Honeybee Inn... que me dio una vergüenza de aupa. En ese momento estaban mis hijos y mi mujer mirando y no sabían ni dónde meterse. A veces, como en el sexo/cortejo, es mejor sugerir que enseñar. Este era uno de esos casos (que hacía bien el título original). 

La parte del laboratorio subterráneo del Sector 7 me pareció un buen añadido tanto como para enriquecer la historia como en contenido. Ni muy escueto ni muy alargado, más bien lo primero, pero añade contexto a la historia. Sin embargo la parte del laboratorio en la sede de Shinra, si bien me gustó al principio, he acabado hasta el badajo de ella. Se me ha hecho igual de soporífera que la parte de las cloacas con el guaperas de la gorra u otras del estilo.

Y sin andarme con más rodeos, hablemos del final del juego. ¿Qué coño han fumado? Ya no solo que lo de los Ecos me disguste muchísimo, es que.. ¿a quién cojones se le ocurrió esa batalla surrealista con "el jefe del destino"? ¿Y ese plano alternativo? O sea, ¿de qué cojones vais? Me ha parecido un insulto a la historia original, así de claro os lo escribo. No quiero añadir mucho más porque esto se haría mucho más largo de lo que ya está siendo pero no me ha gustado en absoluto.

Mi conclusión de Final Fantasy VII Remake es que es un producto muy bueno donde GOZAS reviviendo la historia (con algún que otro retoque, hola Biggs, hola Wedge, hola Jessie) y disfrutas del lore expandido, pero que con las nuevas adiciones sin venir a cuento lo dejan en muy mal lugar. Es decir, he disfrutado con lo que ya conozco pero también he deseado desinstalarlo con el resto. Y por desgracia hay más momentos de estos que de los primeros.

Porque sí, porque Square Enix ha querido estirar un chicle de 1 CD de duración hasta las 40 horas, ¿y qué mejor para hacerlo? pues dándole cuarenta vueltas a una misión de mierda. O te añado el ir a casa de una compi a comer pizza para bueno, que te entretengas y no te sientas timado. 

Me ha encantado ver el juego a resolución 4K, controlarlo con DualSense (aunque solo use el háptico para la moto) y escuchar su magnífica banda sonora. Me ha flipado revivir la historia original, os lo juro. Lo he disfrutado muchísimo e incluso lloré en su día al ver a Aeris, la iglesia o su casa (sí, en tres ocasiones), pero la fumada de cosas extra, que son la gran mayoría, las he jugado horrorizado. Hacía tiempo que no quería desinstalar un juego tantas veces como este Final Fantasy VII Remake. Solo quería que estos trozos acabaran rápido para volver a darme de bruces con la historia que ya conocía y me ha costado muchísimo mantenerme al pie del cañón, no sabéis cuanto. 

Pero bueno, tenía que pasarme el juego para poder "disfrutar" de la segunda parte cuando a Square Enix le venga en gana. Porque esa es otra, anuncias un remake muy esperado, tardas la tira en sacarlo, lo haces en tres partes y a los usuarios de la consola en la que se planteó los dejas tirado en las dos últimas entregas. Un remake tan cuidado en lo técnico como este, un homenaje tremendamente bueno en casi todo y le das un "final" así. Si alguno quería hacerse la colección para la consola "original", lo has jodido de por vida. Una colección rota al que le faltarán dos huecos. 

PD: Lo que SÍ hace bien es que al completarlo te de ganas de jugar al original, algo que haré o bien en PS5 o en mi Anbernic en su versión mejorada por fans (traducción, arreglo de bugs etc..).

lunes, 27 de febrero de 2023

¡SOCORRO! ¡Genshin Impact me ha enamorado!

Cuando se lanzó Genshin Impact al mercado recuerdo que tuve que descargarlo por métodos nada convencionales y utilizando un torrent con el juego al completo que varios usuarios habían compartido en la red de redes. Aquello bajaba más lento que una tortuga reumática subiendo el Everest pero al final pude descargarlo. Cuando abrió las puertas el juego, incluso me animé a compartir la experiencia en Twitch.

Debo decir que lo que vi me encantó. Era un juego sólido en todos los aspectos pero quizás lo critiqué demasiado por su similitud a The Legend of Zelda: Breath of the Wild. El tema de sacar cofres me gustó, era diferente a cualquier otro "mmorpg" (aunque Genshin Impact no podría catalogarse como tal) y le daba vidilla. Lo que no me gustó tanto, además de lo que he comentado antes, era su sistema de mazmorras y el tener que andar jugando con los personajes para aprovechar las debilidades. Si a eso le unimos lo anterior, que se basaba todo en el sistema gacha y que había que mejorar las armas cual korean-grinder, pues me olvidé de él rápidamente.


El éxito del juego fue mayúsculo, creo que cualquiera al que le agraden los videojuegos lo debe de conocer sí o sí. Yo seguía en mis trece, por supuesto, pero con un pequeño come come de que quizás debería de darle otro intento, pero ahí quedó la cosa. Un día leí una noticia de que iban a añadir una región llamada Inazuma y solo porque el titular me recordó a la saga de videojuegos de Level-5 entré a leerla. La sorpresa fue mayúscula cuando vi que dicha región tenía un estilo japonés feudal, una temática que me chifla. Ese era el clic que necesitaba para volver a intentar pillarle el gustillo a Genshin Impact. 

Hablé con un par de amigos (¡hola Skull!) y les pregunté si la mecánica gacha era fundamental para avanzar en el título pero todos me decían que no, que incluso con lo básico se podía completar todo el contenido. Que a veces sufriría, pero que es posible. Aún así, no obstante, jugando se podían conseguir personajes del "banner" y bla bla bla. Total, lo descargué, lo intenté y lo dejé una vez más. El juego tenía algo que no terminaba de engancharme pero no sabía el qué.

El 20 de febrero decidí instalármelo de nuevo para hacer un vídeo en YouTube (enlace aquí) sobre mi relación con el juego y gracias a los comentarios que recibí comprobé que no era el único que tenía esa sensación de que Genshin Impact tenía algo que no me permitía disfrutarlo como el resto de jugadores. Esta vez sí, me obligué a jugarlo y a darle una oportunidad como se merece pero... la cosa es que no se si hice bien o no porque ahora estoy totalmente enganchado al juego.  


Hay mil y una razones para explicar por qué ha cambiado mi opinión. La primera, por ejemplo, es que el videojuego está fantásticamente construido. Su diseño de mundo es exquisito, lleno de detalles y sin dos rincones iguales. Es gigantesco, lleno de secretos, de lugares por visitar y gráficamente es tremendamente precioso. Para alguien que le gusta la exploración y perder horas de vida haciendo fotos sobre su aventura es una maravilla. Tiene escenarios y escenas que se quedan grabadas a fuego en la retina y muchas son las veces que me quedo embobado viendo la pantalla. 

Lo segundo es su contenido. Si bien sigo opinando lo mismo de sus mazmorras, el resto me parece un esfuerzo tremendo por querer ofrecer cosas nuevas a cada paso que das. Es cierto que algunos cofres o secretos se repiten en mecánica pero ahora mismo, habiendo llegado a Liyue, la mayoría de los que he visto no repiten y son frescos. Llegará un punto en el que no me sorprenda ya nada, está claro, pero hay cariño detrás del diseño de misiones y contenido. Espinadragón por ejemplo me voló la cabeza.

Luego tenemos también la banda sonora, una jodida maravilla que no esperaba para nada. Es otra de esas características que te hacen plantearte fuertemente cómo narices Genshin Impact es un videojuego gratuito. Hay de varios palos, es dinámica, algunas cuentan con voces y todas tienen una calidad tremenda. Casi tanto o más que el aspecto visual del título. En Liyue, la zona por donde estoy, la banda sonora es maravillosa. Lo mismo ocurre con las voces de los personajes, que si bien juego con las japonesas, me parecen un trabajo exquisito. 

El combate por elementos sigue sin gustarme demasiado, preferiría algo más ágil y visceral antes que estar cambiando de personaje dependiendo del enemigo y su estado. Creo que le resta velocidad a los combates pero es cierto que conforme le vas pillando el tranquillo te engancha más. También os digo que yo soy un paquete para retener este tipo de información. Valga como ejemplo Pokémon, saga que llevo jugando desde Pokémon Rojo en su día de lanzamiento hasta la actualidad y todavía no domino las debilidades de cada uno sino juego con la tabla delante jajaja.

Cyno - Foto de Elena (Twiitter: @Elena_Minervae)
Cyno - Foto de Elena (Twitter: @Elena_Minervae)

El sistema gacha, una vez informado de que no es tan necesario como parece, es algo que ni me preocupo de él. De hecho no lo he vuelto a usar desde que he vuelto al juego y tengo lo que me han ido dando hasta ahora. También es cierto que si yo de normal soy de esos que no meten dinero a este tipo de juegos, hay que añadir que el estilo de los personajes no son especialmente de mi agrado. Me parecen extremadamente cosificados (ambos sexos), con ropajes que no pintan nada en un juego mayormente de combate, algo infantiles y demasiado "kawais". Aún así no he podido rendirme a los pies de Cyno, pero básicamente porque su casco parece una máscara egipcia de Anubis y es una temática, la egipcia, que me apasiona. 

Tiene multitud de logros, recompensas a tu esfuerzo en forma de protogemas, ingredientes, dinero o equipo (entre otros), diferentes contenidos y cosas tan absurdas a la par que molonas como la de crear tus propios fuegos artificiales y darles coreografía. Básicamente es imposible quedarte sin nada que hacer, aunque para la mayoría de jugadores de día uno ya no les llame nada la atención. Sin embargo creo que no hay que valorar a un título por aquello de "no hay nada que hacer cuando estás en el final" y máxime en un videojuego gratuito, sino en todo lo que te ha ofrecido por el camino y, en este sentido, Genshin Impact ofrece muchísimo a coste cero. Personalmente no hago nada de caso a aquellos que opinan que a la larga termina aburriendo (spoiler: la mayoría lo hacen). 

Hay más motivos por los que me parece un juego jodidamente genial hecho pero esto se haría interminable. Tampoco creo que le hiciera falta adoptar el término MMO ya que quizás esa aventura personal que te ofrecen, con su propia historia, terminaría diluyéndose y haciendo que el jugador pase (aún más) de ella. Es perfecto tal y como está y si quieres jugar con alguien puedes llamar a tres amigos más y hacer cosas por su mundo. Creo que hay limitaciones en este sentido pero oye, nada que no arregle ir cambiando de "mundo" cuando cada uno termine lo suyo. 


Otro punto a favor relacionado con esto es que gracias a lo precioso que es y la poca violencia contra humanos que he visto (salvando algunos que he visto en Espinadragón y supongo que habrá más adelante) se lo ha instalado a mi hijo y está alucinando con el videojuego. Va a hacer 7 años en menos de un mes pero el cabrón controla en esto del vicio como cualquiera de los que estáis leyendo esta entrada, os lo aseguro. No solo le encanta encontrar tesoros y descubrir lugares bonitos, también le encanta Amber y está deseoso de llegar al rango de aventura que le permitirá jugar conmigo online. Tiene muchísimas ganas de poder hacer cosas junto a su padre en su vasto mundo y me encantará ayudarle en sus misiones y descubrimientos. Hay mucho por explorar y como en todos los juegos online, en compañía es mucho más disfrutable, sobre todo si es tu hijo quien te acompaña. 

Por último un dato muy destacable que no es exclusivo de Genshin Impact (ya que muchos títulos lo llevan haciendo desde hace años) es su carácter multiplataforma. Es un gozo poder disfrutar del juego en el ordenador del despacho y continuar la partida en el metro gracias a su versión móvil (algo ortopédica a mi gusto) o en el salón en PS5. Puedes jugarlo donde quieras y como quieras y eso, para mí, es un punto a favor muy grande, sobre todo porque este título, al contrario que muchos del estilo, no tiene automatizaciones hasta para ir a cagar. 

En fin, que así estoy ahora mismo. Son las 2:35 de la madrugada y tal es mi enganche que he escrito esta entrada con el videojuego en segundo plano, escuchando la música de Liyue y Bárbara dándome la brasa con su tarareo y frases en japonés. Creo que voy a tener juego para largo si es que no me atasco en algún momento. Me tiene picado intentando conseguir lo máximo posible, descubriendo todos los cofres, puntos de teleportación, los personajes que pueda y completar misiones. Porque la historia, aunque tampoco sea la panacea, tiene momentos muy buenos y se come con papas a la de cualquier mmorpg koreano. 

Si queréis añadirme, mi UID es 741163215. ¡Nos vemos por Teyvat!

 

miércoles, 25 de enero de 2023

PlayStation 5 ya está en casa

Muchos ya sabéis (o quizás no) que soy un tío multiplataforma. Me encantan los videojuegos independientemente de la maquinita en la que se ejecuten y los disfruto todos por igual. Está claro que en algunos puntos siempre hay preferencias que destaquen por encima de las otras, por ejemplo como que el mando de Xbox One o Series X me parece de los mejores en diseño y ergonomía. Sin embargo la cruceta es una ponzoña, prefiero la de PlayStation. Pero vaya, son detalles o características de cada marca que al final es parte de la gracia en esto de decidir qué consola comprar.

Aún así y como se que os gusta el salseo, sí puedo deciros que tiro un poco más hacia Sony que al resto. Pero no por lo típico de sus exclusivos o similar, nada más lejos de la realidad, sino porque por A o por B siempre he estado ligado a la marca en mi trabajo o fuera de él. Por ejemplo, uno de los sitios web donde más he trabajado es en LaPS3, un portal dedicado a consolas PlayStation. En otras revistas casi siempre he hecho más análisis y artículos de PlayStation que del resto (incluso PC) y para rematar, también he escrito en una revista impresa dedicada a PlayStation. Es más, hace un par de años colaboré con ellos en el Club de Exploradores PlayStation donando un objeto muy querido por mí para ayudar a Juega Terapia. Así que... pues eso, al final el roce hace el cariño.

Cuando comenzó esta nueva generación no quise comprar ya ninguna consola. Los precios eran (y siguen siendo) desorbitados y creía más conveniente comprar un ordenador nuevo con el que hacer vídeos, streams y trabajar sin problemas. Me compré un pepino, todo sea dicho, pero al final una buena parte de los códigos para prensa y trabajos se realizan sobre una consola. Aprovechando que estaba en PlayMania y que en MeriStation casi siempre llegan códigos para PlayStation 5, al final hablé con mi mujer sobre renovarme o morir y decidimos comprar una PS5. Reservamos una unidad mediante la promo de entrega garantizada en enero, un 14 de diciembre si mal no recuerdo, y este viernes 20 de enero llegó a casa. Era el pack de GAME de PS5 + God of War Ragnarok + The Last of Us Parte I + 20 € de saldo PSN.



Si bien tendría que haber estado como un niño con zapatos nuevos, lo cierto es que cuando la recibí no estaba en absoluto contento. Me preocupaba más gastarme el dinero en una nueva consola que otra cosa, pero bueno, son movidas mías internas más que otra cosa porque al final es dinero que invierto en más trabajo y se paga sola. Para rematar, me llegó una consola con el lector jodido así que podéis imaginaros mi viernes como fue... Por suerte pude cambiar la consola ese mismo día acercándome a una tienda GAME donde curra un amigo.

Tampoco creáis que no tenía ilusión por tener una PS5, ¡claro que tenía! pero entre el dinero que cuesta, lo caros que se han puesto los juegos ahora y el mamotreto que es la máquina y lo que cuesta encontrar espacio para ella... eran cosas que me tenían afixiado jajaja. Sin embargo debo decir que nada más meterme de lleno con ella y puse Astro's Playroom (Astrobot para mi), todas mis preocupaciones se fueron al garete.

Es gratuito, viene pre-instalado en la máquina y te enseña de lo que es capaz tanto la consola como el mando DualSense, más lo segundo que lo primero. La vibración háptica es una puñetera maravilla, la tensión de los gatillos me parece MAGIA y el altavoz tiene una calidad extraordinaria. El tipo de suelo que pisas se nota en el mando, el agua que cae, las ventiscas, los golpes, la arena... si a mi me parece maravilloso imaginaos mis hijos cuando lo probaron por primera vez, ¡sus caras eran un poema! En casa estamos alucinando con el juego, de verdad os lo digo.

Por otra parte Astrobot juega mucho con la nostalgia. Alguien que llegue virgen al ecosistema PlayStation quizás no le pille el rollo pero para los que hemos crecido "casi" desde el inicio del boom de las consolas, es una experiencia religiosa. No miento cuando os cuento que he llegado a llorar al completar el mundo dedicado a la primera consola PlayStation. Ni una mijita. Además como no sabía el orden de cada una la terminé en última instancia. Y joder... ver salir los accesorios, juguetear con ellos en la plaza, recordar momentos y ver la historia de la marca en pantalla de un golpe es precioso.

Aprovechando que me gané 30 euros de saldo en GAME y venía otros 20 de saldo para PSN con el pack me cogí tres meses de PlayStation Premium y así de paso probaba el nuevo servicio y juegos que tenía pendientes. Eso sí, aquí la experiencia no ha sido tan gratificante aunque no por el catálogo de juegos, que me parece bueno, variado y para cientos de horas de diversión. Mi descontento viene porque cogí Premium para poder jugar a White Knight Chronicles en PS5, un título de PS3 al que le tengo mucho cariño. Pues bien, resulta que los títulos de PS3 incluidos en Premium SOLO se pueden jugar en la nube y son los ÚNICOS que no pueden retransmitirse en alta calidad. Esto quiere decir que WKC, que ya de por si no tenía resolución 1080p, se juega a resolución inferior y con un streaming lamentable. Apenas se distinguen las caras de los personajes, elementos o el propio texto y así es imposible jugar. También probé la aplicación PS Plus para ordenadores pensando que ahí se resolvería un poco el problema y aunque se ve mejor, probé tres mandos (dos de ellos de Sony) y todos dan problemas (no detecta bien los analógicos). A la próxima renovación bajaré a Extra y solucionado.

Desde el viernes estoy jugando a FFVII Remake Intergrade, God of War (llevo un vicio importante xD), Sackboy Adventure (brutal también), completando Astrobot y probando juegos de aquí y allá, tanto de PS4 como de PS5 gracias a PlayStation Plus. Me flipa cómo en FFVII Remake Intergrade me da la opción de Reanudar Actividad incluso con el juego cerrado y en 5 segundos estoy en la partida. No se cómo funciona esta característica porque solo aparece en este y en otro más, pero es alucinante.

Sobre el sistema en sí me está pareciendo asombrosamente veloz en todos sus apartados. Tanto en la fluidez de la interfaz, como en el cambio de juegos o la descarga son puntos donde PS4 (al menos la mía de lanzamiento) fallaba más que una escopeta de feria. Aquí todo rueda a la velocidad de la luz y se agradece muchísimo. 

En fin, esto era lo que os quería contar. ¿Me ha dolido gastarme 700 napos? Mucho. ¿La voy a disfrutar? Como un desgraciado. Llego tarde (aunque dos años de vida para una consola es solo el comienzo) pero espero que esta ilusión que tengo ahora y antes no tenía siga vigente hasta los últimos retazos de vida de PS5. 

domingo, 15 de enero de 2023

El romanticismo de trabajar con videojuegos

Hoy el tema del día es lo sucedido con Guardado Rápido, sus cuentas y remuneración a sus colaboradores. Sobre esto no voy a opinar más que lo que he dicho en Twitter, y es que al menos alguien que empezó como un proyecto secundario de tipo hobby lo ha convertido en empresa y sigue intentando darle algo a sus colaboradores realizando esfuerzos titánicos por el camino. Las condiciones seguramente no estén a la altura y se podrían debatir, pero el ser humano ha vuelto a sacar lo peor de si mismo y viendo solo la parte negativa; mucho trabajo y poco dinero.

Me resulta sorprendente que cada dos por tres se saque el tema de que a los colaboradores de varias webs no se les pague y hagan el trabajo "por un juego" y ahora que sale este caso, se le critica porque paga. Una vez más, lo mío son las letras y no voy a hablar de números. Es poco, sí, y de nuevo vuelvo a decir que debatibles las condiciones, pero Guardado Rápido está en Twitch, en YouTube, en iVoox y en Patreon intentando sacar dinero que las compañías no le ofrecen para pagar a los que emplean tiempo en la web. Las hay (y bien gordas) que reciben dinero externo y no pagan un duro a sus colaboradores y poco se habla de ello. O sea, sí, se habla, pero lo que se lee no sale de dentro.

No conozco a Carlos a pesar incluso de que ambos nos seguimos mutuamente en Twitter. Habremos cruzado solo un par de tuits. Hoy se le ha visto destrozado. Todos sus esfuerzos durante años para intentar ganar dinero y repartirlo, el paso de convertir su criatura en una empresa, la ilusión de lo que está por venir y otras piedras en el camino que intentaba superar poco a poco se le han venido abajo por un hilo (cómo los odio...) que ha abierto una persona en Twitter.

Lo que ofrecen es lo que hay y puedes declinar la oferta o bien aceptarla. En el caso de que no lo veas claro puedes hablar con el que te ofrece el puesto, debatir las condiciones, aconsejarle qué puede o no cambiar o intentar de llegar a un acuerdo sin más. Como último recurso y en el caso de que la empresa tenga una mala reputación detrás de la que no haya salido nunca, exponer el caso en redes (o denunciar) y quien corresponda tomará las medidas oportunas.

En este caso solo se ve una trayectoria impecable, de esfuerzo, constancia, ganas de querer hacer bien las cosas y de apoyar a los colaboradores que pierden su tiempo en la web. Creo, llamadme loco, que qué mínimo que ofrecer una oportunidad a alguien que lo está intentando todo, al contrario que prácticamente el 90% de webs relacionadas con el tema que tienen esta tarea como hobby. 

Puede que las condiciones sean malas pero se merece la oportunidad de ser aconsejado, de recibir mensajes privados sobre qué puede y no puede ofrecer, la oportunidad de poder hacerlo mejor o de garantizar unos mínimos en tiempos acordes. También los responsables deben saber hasta dónde pueden llegar, claro. A veces menos es más en lo que a contenido se refiere. 

Este curro no es tan romántico como todos lo pintan desde fuera (e incluso algunos de los nuevos que se unen a este oficio). Es una mierda, así de claro. Se trabaja muchísimo en un sector que recoge MILLONADAS al año en beneficios. Se sigue tratando al videojuego como un producto de ocio de tercera categoría, enfocado a los niños y a los raritos del mundo. Hay mucha pobreza para la mayoría de currelas y un esfuerzo tremendo detrás de todo lo que hacen. Vídeos, horas y horas de juego, creatividad (la parte más puta de todas), educación, embargos, sin horarios, confidencialidad, guiones, borradores, maquetación. El solo hecho de que alguien que ha vivido todo esto intente darle la vuelta de tuerca con mucho esfuerzo detrás ya da para una noticia positiva y no para una negativa. Pero así es la humanidad, criticando en lugar de celebrar.

Un tuit echando carbón a una recién encendida hoguera, un hilo en este caso, acaba de tirar por la borda la ilusión de alguien que está peleando por algo justo que, si bien al principio sea poco, por algo se ha de empezar. ¿Cuántos conocéis que hayan creado una web (con bastante nombre, todo sea dicho) que esté haciendo eso por sus colaboradores? Llevo más de quince años escribiendo sobre videojuegos y me cabe en los dedos de una mano las que lo han intentado. De las que yo conozco casi ninguna de ellas se ha planteado hacer una empresa para dar de comer a sus trabajadores, lo poco generado (por AdSense y similares), para su bolsillo.

Alguien que intenta luchar por dar la vuelta a la tortilla por una vez, acosado y apedreado. Incluso en tendencias de Twitter. Lo que son las cosas. 

Para todo lo demás, os remito al cuarto párrafo. Para Carlos y Guardado Rápido, deciros que conozco vuestra situación a través de mi trayectoria y si puedo echar una mano para que levantéis cabeza y luchéis por ello, contad con mi espada. Me parece más loable que alguien se preocupe por repartir equitativamente lo ganado en la empresa  que la mierda que os está cayendo solo para ¿ganar likes y seguidores? Todos los comienzos son duros y la vida te pone piedras para que te tropieces con ella, pero nadie con una trayectoria como la vuestra merece algo así. 




sábado, 24 de diciembre de 2022

¡Felices fiestas a todos!

Hoy es día de felicitaciones. He grabado un vídeo para mi canal de YouTube, también uno con los míos para compartir en WhatsApp y ser un poco diferentes al resto, que siempre se recibe el mismo con la etiqueta de "reenviado muchas veces". Solo me queda felicitar al resto por aquí, en mi nuevo blog.

No hay mucho que decir más que felicitaros a todos estas fiestas, desearos una buena entrada al año 2023 y esperar que todos y cada uno de los que me leéis se os cumplan todos los deseos que os merecéis.

Porque sí, todos os merecéis algo en esta vida. Gastamos demasiado tiempo en criticar, quejarnos y ponerle pegas a todo, pero poco en valorar las acciones del resto, su atención para con nosotros o a ser felices. Debemos de emplear más en la felicidad, en ser amables con todo el mundo, en agradecer y a valorar. Es algo que inculco a mis hijos desde hace años y que ojalá todo el mundo hiciera; el mundo iría mejor.

Si alguien te deja cruzar el paso de cebra, agradéceselo. Si entras a un super a hacer la compra del día; saluda al personal al entrar. Si una persona necesita pasar por la acera y requiere espacio; déjala pasar. Si hay una persona con problemas en la calle y podemos echarle una mano; hazlo. Debemos aprender a ser buenas personas.

El jueves fue el último día de cole de mis hijos y cuando fui a recogerlos dediqué cinco minutos en acercarme al personal del colegio; al secretario, algún profesor disponible así como a las cuidadoras del comedor y cocineras para felicitarles las fiestas y agradecerle todo su trabajo con ellos. A mis hijos les dije que también lo hicieran y el mayor preguntó que por qué. Le expliqué que van a estar muchos días sin verlos, que han hecho un trabajo estupendo con ellos y que en estas fechas hay que felicitar las fiestas. La cara de emoción de algun@s fue alucinante. Mi hijo, sobre todo, comprendió que un pequeño gesto como este puede alegrar a cualquiera, sentirse valorados, queridos y afortunados. 

Porque todos tenemos nuestro corazoncito pero por culpa de cómo nos tratamos en general y la poca educación de muchas personas, lo tenemos guardado en una caja fuerte. Solo es necesario abrirlo con buenas acciones, palabras y amor. Y eso es lo que le pido a 2023. Y una PS5, pero eso ya lo tengo asegurado...

lunes, 19 de diciembre de 2022

Adiós PlayMania

Tomb Raider en portada era lo único que necesitaba una desconocida revista llamada PlayMania para atrapar a sus lectores. Flik de la película Bichos y Morientes del Real Madrid acompañaban a la heroína de moda por aquellas fechas, la cual presentaba en la revista su tercera iteración en la primera consola PlayStation. Para mi, por cierto, de sus mejores entregas junto con la cuarta. 

Aquél primer número apareció en febrero de 1999, casi casi recién estrenado el año. Por aquella época yo compraba todo lo impreso dedicado a los videojuegos así que PlayMania cayó en mis manos nada más verla en mi kiosco de confianza. Desgraciadamente ya no la tengo en mi colección, al igual que otras muchas más revistas, pero mi yo de ahora lamenta el haberme desecho de multitud de cosas. Seguro que a vosotros también os pasa. 

Este tono tan sombrío se debe a que hoy la editorial ha anunciado el cierre de tan querida revista dedicada a los seguidores de la marca PlayStation. Casi 22 años llenando los hogares de cariño, cuidado, pasión y dedicación con los artículos que allí iban apareciendo cada número. Debido a la crisis tuve que dejar de comprarme demasiados caprichos y las revistas, como no, lo eran. Muchos años pasaron hasta que volví a comprarme un número de PlayMania u otra relacionada con el tema, aunque siempre intentaba aportar lo que podía. 

Recuerdo con cariño la lectura de muchas de sus publicaciones e incluso aún mantengo varios números y guías, algunas muy valoradas por los jugadores (no por deseadas sino por útiles y bien redactadas). A veces suelo irme al dormitorio, el lugar donde guardo mi pequeña colección de revistas y les echo un ojo para rememorar viejos tiempos y PlayMania (junto con PlanetStation) es de lo que más abunda en mi pequeño rinconcito.

Cuando empecé a escribir para la prensa del videojuego hace ya más de quince años me propuse una meta; escribir en una publicación impresa. El papel es otro rollo, no es algo volátil como internet. El papel se siente, se colecciona, se palpa, se huele y se aprecia. Da igual en qué medio redactes, el papel es lo más. Puedo haber escrito en millones de webs prestigiosas, que lo he hecho, pero nada es igual a hacerlo para una publicación de papel. Os lo digo en serio. 

Un buen día dejé caer una posible colaboración con PlayMania a su director, Daniel Acal. El papel es un medio bastante cogido por los huevos en cuanto a personas implicadas y dinero disponible así que la respuesta fue que no era posible. Yo no quería dinero pero Daniel se mantuvo firme en su posición; "aquí si curras, cobras". Y eso que yo lo único que pedía era tener un artículo en papel para después dejárselo en vida a mis hijos. 

Lo dejamos estar porque la situación era razonable pero nunca hubo un no rotundo. Yo ya ni me acordaba de aquello pero un buen día (un año o dos más tarde, no recuerdo) Daniel me mandó un mensaje privado preguntándome si sería posible colaborar con ellos en un reportaje de MMORPGs, el género que domino. El chillido que pegué cuando le leí fue de órdago. Solo de recordarlo mientras os lo cuento hace que se me ericen los pelos. Obviamente acepté, era lo que quería.

El reportaje apareció en el número 281 de abril, con una BRUTAL portada de Hogwarts Legacy. Ver el titular de mi reportaje en portada es algo que recordaré también para toda la vida, básicamente porque enmarqué la revista en un cuadro (podéis verla en mis vídeos), compré tres más adicionales para mi hijo y porque conseguí lo que buscaba durante tantos años. 


Lo que hice fueron ocho páginas hablando de los MMORPGs más potentes para las consolas de Sony y, como no, colé mi amado Final Fantasy XI entre sus páginas. Primero con el mapa de Vana'diel en la página principal, segundo hablando de él como primer MMORPG de consola en PlayStation. ¡Y Dani me dejó colarlo! También me acordé de la comunidad de FFXIV, título del que también hablé, pero nadie de FFXIV ESP quiso aportar material para homenajearlos salvo el creador de la comunidad. 

Al final el reportaje salió de guinda (como diría mi cuñado Adolfo) y repasé las propuestas más potentes para PS3/PS4 y PS5. Un merecido homenaje al género que amo en una revista de consolas, impensable ¿verdad? Pero así fue. Hubo que retocar algunas cosas a las puertas del cierre y poco después anunciaron el cese de servicio de uno de los juegos que recomendé en el repor pero bueno, no nos podemos quejar, esto es el papel y a veces pasan estas cosas. 

Le di las gracias a Daniel, cobré por el reportaje como bien venía diciéndome desde hace mucho tiempo atrás y seguí con lo mío, pero el destino me tenía preparado continuar en la revista. Doblemente feliz acepté la propuesta pensando que era para seguir hablando de MMORPGs, pero no, era para escribir sobre un montón de cosas más. Desde abril de 2022 hasta la fecha, diciembre de 2022, he estado escribiendo en PlayMania sin faltar ni un mes a la cita. Análisis, noticias, reportajes gigantescos y fotografías de mi careto en la primera página como quien dice. ¡Menudo sueño!

El último número se pone a la venta ya mismo y tengo EL INMENSO HONOR de haber aportado mi firma en algunas de sus últimas páginas. Podéis leerme allí por última vez en mi reportaje "El arte de salvar la partida", unas palabras sobre puntos de guardado extraños, icónicos o desconocidos del mundo de los videojuegos. 

Se cierra una etapa de casi 22 años de historia de la prensa escrita de videojuegos y otra de 9 meses para mí aportando mis voladuras de cabeza en una de las revistas más vendidas del sector en España. El viaje ha sido increíble, os lo puedo garantizar, y los compañeros de DIEZ. No os podéis imaginar cuánto me (y al resto seguro que también) apena este final, el cariño que le hemos dedicado a lo que llenábamos dentro de sus páginas y lo diferente que es escribir en un medio de papel. PlayMania ha sido para mí como mi casa desde el minuto uno gracias a Daniel y al resto del equipo, con ellos todo era fácil y facilidades. Hoy es un día triste para mí y para muchos de los fieles lectores que esperaban el final de mes (cuando se lanzaba de cada número) y estoy segurísimo que será recordada por los siglos de los siglos.

Este mes, por favor, os pido que compréis el último número. Ya no por apoyar algo que ha firmado su defunción, sino para mostrar el cariño que le tenéis o habéis tenido en algún momento a la revista. Que el último número supere cifras, reciba amor y os llene el corazón de ilusión tanto como nos lo llenó a nosotros el escribirlo.

Gracias Daniel Acal y a todo el equipo por confiar en mi. Os debo una paella y lo sabéis. Mi casa es vuestra.